Más, seguiré hablándote de la irradiación (canalización, comunicación espiritual a travez de un médium) para que alejes tus dudas. Otros muchos de vosotros aceptáis lo que han dicho algunos de Mis Iluminados, a saber: Que Dios les hablaba por las nubes, por el fuego, por el agua; que el viento les hablaba, y Yo os pregunto: ¿Qué os parece más difícil, dar la palabra a los hombres por medio de esos elementos o hacer hablar al hombre? ¿Qué no sabéis que entre vosotros han existido siempre mentalistas, hipnotizadores, psiquiatras y otros, unos hechos por su propio esfuerzo, y otros espiritualmente espontáneos que transmitieron o transmiten a distancia sus pensamientos a otros hombres a quienes pueden hacer hablar y actuar de acuerdo con su voluntad?
La transmisión del pensamiento es un fenómeno reconocido por vuestros pequeños maestros de ciencias y filosofías, y practicado fácilmente por quienes han desarrollado con métodos adecuados tales ejercicios. La suspensión por instantes o por días de las funciones orgánicas que cuando la observáis os maravilla , es, sin esfuerzo sobrehumano, ordenada a sí mismo o a otros por el pensamiento ejercitado en la fuerza de voluntad y sus colaboradores la autosugestión y sugestión.
¿Y si vosotros podéis hacer eso, por qué Yo no he de poder hacerlo? ¿Dónde están tu discernimiento y tu pobre análisis científico que no te sirven para comprender las cuestiones más simples? Os repito: ¡Pobre idea tenéis de Mí cuando me creéis más inservible que vosotros! Tú también irradias a todas horas, pero, oh, dolor para ti, irradias violencia, odio crítica, concupiscencia, vanidad, egoísmo, desesperación, fango. Irradias bajas pasiones pero no altas virtudes.
Hieres y sientes que te hieren pero no Amas ni sientes que te Amen; irradias malestar, muy pocas veces bienestar. Irradia, satura, cubre, envuelve, baña, perfuma; llena tus caminos de luz y armonía, de dulzura y de piedad, de complacencia y de perdón, de disculpas y mansedumbres, de virtudes y más virtudes hijas del Amor, y entonces, serás perfecto, serás feliz, serás tanto, que todavía no debo decirte todo lo que serás porque no me entenderías, más, poco a poco irás elevándote y me entenderás un día. Así es, que si no estás entre los grandes ciegos, ya puedes entender que la Irradiación es un fenómeno tan común, tan fácil de producir, tan insignificante para Mí, que sólo un turbado por su propia voluntad puede decir que no es.